La infancia y la adolescencia, son etapas claves, se producen muchos cambios que se verán reflejados después, en su vida adulta. Por eso, es muy importante, educarlos en la fortaleza y en saber hacer frente a los problemas que en la vida se les presentará.
En la sociedad actual, la felicidad es sinónimo de no tener problemas, conseguir el trabajo perfecto, ganar mucho dinero, ser famoso…
Pero, la vida no es una autopista, sino una carretera, con bajadas y subidas.
Como psicóloga, que ha tratado adolescentes, protegerlos en exceso, trae muchos problemas en esta etapa de la vida y en la edad adulta.
CONSEJOS PARA AYUDAR A LOS PADRES
- Prestar atención a todas sus emociones y a como las expresan.
- Compartir tiempo y experiencias en familia (excursiones, deportes, cine…).
- Animarles a realizar ejercicio, así como a que tengan suficientes horas de sueño y descansen adecuadamente.
- Procurar hacerles sentirse seguros. Que sientan, que se pueda contar contigo siempre que lo necesiten.
- Hacerles sentir que es un miembro importante de la familia, escuchar sus opiniones y tenerlas en cuenta a la hora de tomar decisiones.
- Proponer, acordar y mantener normas claras de convivencia, coherentes y hechas desde el respeto.
- Tienen sus responsabilidades a medida que crecen, deben aprender a interiorizarlas.
- La duda, el error y la equivocación, forma parte del aprendizaje. Fallar, caerse y aprender a levantarse son lecciones indispensables.
- Enseñarles que no siempre tienen razón.
- Fomentar sus preguntas, su inquietud por saber, sin facilitarles a todas las respuestas.
- Dedicarles tiempo para escucharle, conversar con ellos y acompañarles. Procura escuchar siempre antes de hablar o dar consejos. Evitarles juicios de valor. Necesitan sentirse escuchados y comprendidos.
- Fomentar la autonomía y la independencia. Este es el camino para la superación, para alimentar la capacidad de afrontar lo incomodo, lo que nos desagrada…
- Llevarse bien con un adolescente requiere paciencia, tranquilidad, empatía e inteligencia.
- Si se detectan cambios de comportamiento y actitudes, es importante acudir al especialista (médico, psicólogo…).
